Así como los animales recolectan y almacenan alimento en tiempos de abundancia para los meses de escasez, los operadores de centrales hidroeléctricas almacenan agua en los meses lluviosos en previsión de la llegada de condiciones más secas. Mientras que las ardillas pueden optar por el almacenamiento subterráneo, los operadores de centrales hidroeléctricas almacenan agua detrás de presas hidroeléctricas, en grandes estanques llamados embalses.
 
No todas las presas tienen embalses. Pero los operadores del sistema hidroeléctrico trabajan juntos para aprovechar lo mejor posible el almacenamiento disponible y liberar el agua para satisfacer múltiples necesidades durante todo el año.  

Sirve a múltiples propósitos y provee muchos beneficios

El agua almacenada se puede liberar a través de turbinas para generar electricidad. Si bien las operaciones cambian de un año a otro según las condiciones prevalecientes, los embalses se desaguan generalmente en invierno y a principios de primavera para generar energía eléctrica y dejar espacio libre para la intensa escorrentía de primavera. Desde abril hasta agosto, mientras la nieve acumulada se derrite, el agua se almacena para evitar inundaciones y mantener a las comunidades seguras. El agua almacenada puede ser liberada también a través de aliviaderos, en lugar de turbinas, para aumentar el caudal del río y ayudar a que los peces emigren corriente abajo hacia el océano.   

Los embalses hacen posible la confiabilidad

snip of hydropower poster - mountains and snowpack

Los embalses actúan como baterías gigantes que proporcionan energía cuando se necesita. Los operadores de centrales hidroeléctricas usan el agua almacenada en los embalses, detrás de las presas, para ajustar la cantidad de agua que fluye a través de las turbinas, de acuerdo al consumo de electricidad. Los pronosticadores de la demanda de energía eléctrica calculan cuánta electricidad se necesitará en un período determinado y comunican ese dato a los operadores de centrales hidroeléctricas.

La consistente disponibilidad de hidroelectricidad también ayuda a complementar otros tipos de fuentes de energía renovable más variables, como el viento. Las presas pueden incrementar rápidamente la producción para suministrar más electricidad cuando el viento amaina y volver al ritmo de generación anterior cuando el viento arrecia de nuevo.

En primavera, el deshielo y la escorrentía de las montañas situadas corriente arriba permiten que los embalses se llenen. El agua almacenada resulta útil en los meses más secos de verano, ya que puede liberarse para satisfacer la demanda de energía y, en ciertos casos, incluso para reducir la temperatura de la corriente en beneficio de los peces.

Trabajo y juego en una vía de agua dulce

Los embalses permiten también que las barcazas naveguen río arriba y abajo, transportando todo tipo de materiales, desde cereales o virutas de madera hasta basura. El trigo es traído de Idaho y Washington a Oregon e incluso llevado al extranjero. Las barcazas del río Columbia transportan casi la mitad del trigo de todo Estados Unidos.

Los embalses construidos detrás de las presas también son sitios populares para que las personas vayan a pescar, nadar, pasear en bote y surfear con tabla de vela.

Almacenamiento, derrame y salmón

El agua almacenada en embalses puede ayudar también a los operadores de centrales hidroeléctricas a atender las necesidades estacionales de los salmones jóvenes y adultos. En invierno y primavera, los operadores ayudan a garantizar que las áreas de reproducción del salmón tengan agua suficiente para el desove y para mantener cubiertos los nidos (llamados redds). En primavera y verano, se derrama más agua de las presas para ayudar a los salmones jóvenes a nadar rápidamente corriente abajo hacia el océano. La liberación de agua almacenada ayuda también a otras formas de vida silvestre, como las lampreas, que son importantes recursos culturales para algunas tribus del Noroeste.

La operación del sistema hidroeléctrico del río Columbia para atender todas estas necesidades es sin duda un acto de equilibrismo, y un factor crucial para su éxito consiste en tener la capacidad de almacenamiento que brindan los embalses.