Del mismo modo que un acróbata debe mantener el equilibrio para asegurarse de caminar con éxito y seguridad sobre la cuerda floja, los operadores de redes de energía eléctrica mantienen un delicado equilibrio, ajustando con precisión la oferta y la demanda y preparando cuidadosamente su siguiente paso. Los múltiples atributos positivos de la hidroelectricidad, aunados a una planificación cuidadosa y una gestión precisa, hacen que este recurso energético sea uno de los más confiables. Estas son algunas de las razones que lo explican.
Siempre está activado
No es frecuente que los recursos renovables se asocien con la confiabilidad, porque su generación depende de la Madre Naturaleza. Pero, a diferencia de muchos otros recursos renovables, la hidroelectricidad del Noroeste es confiable y predecible. El ciclo del agua recarga constantemente la fuente de energía de la cuenca del río Columbia, la cual recibe la importante escorrentía procedente de la nieve derretida de las montañas. Con una fuente de energía tan abundante, la hidroelectricidad cubre la mayor parte de las necesidades energéticas de la región durante todo el año, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. La hidroelectricidad es el único recurso renovable que sobresale en la producción de un suministro eléctrico tan elevado y continuo.
Se ajusta a la demanda

snip of hydropower poster - wind turbines

La hidroelectricidad es un recurso "adaptable a la carga". Es decir, que se puede acelerar o desacelerar para adaptarse a los máximos y mínimos diarios de nuestro uso de energía, incrementándose en la mañana, cuando las personas inician el día, y decreciendo por la noche, cuando la gente reduce su actividad. Los operadores controlan la generación eléctrica eligiendo la cantidad de agua que pasa a través de las tomas de agua de la presa. Al abrir o cerrar las tomas se controla directamente la cantidad de agua que fluye hacia las turbinas, lo cual determina la cantidad de electricidad que la presa genera.

Se puede guardar ese caudal para usarlo después

Una de las mayores dificultades de los sistemas eléctricos es que la energía tiene que ser consumida en cuanto se produce: no es posible almacenarla y guardarla para usarla más tarde. Pero la hidroelectricidad ofrece la segunda mejor opción. Los embalses de almacenamiento construidos detrás de las presas, en la cuenca del río Columbia, pueden almacenar hasta el 30 por ciento de la escorrentía anual promedio. Esos embalses actúan como baterías que almacenan la energía (o, en este caso, el agua) cuando no se necesita y la liberan después cuando hay más demanda de electricidad.
Además, los operadores de centrales hidroeléctricas pueden hacer planes para los cambios de estación.  Generalmente, los operadores de la cuenca del río Columbia llenan los embalses en los meses lluviosos en previsión de la llegada de condiciones más secas.
Se puede cambiar rápidamente la cantidad generada
Las plantas hidroeléctricas son lo suficientemente flexibles para aumentar o reducir su producción en cuestión de minutos o incluso segundos. Esto significa que son recursos ideales para satisfacer uno de los requisitos de los sistemas eléctricos: La cantidad de electricidad que entra a la red de transmisión debe ser igual a la cantidad que se consume, en cualquier momento. Un desequilibrio puede hacer que las unidades generadoras aumenten o reduzcan su velocidad de rotación, o frecuencia, la cual debe ser siempre de 60 hercios. Si esto no se corrige, el generador puede desconectarse o incluso provocar una interrupción en cascada. La hidroelectricidad puede responder a los desequilibrios de instante en instante, manteniendo siempre el sistema en equilibrio.
Tiene arranque automático
Si sobreviene un apagón de todo el sistema, los servicios públicos necesitan tener acceso a un arranque autónomo: la capacidad de encender un generador sin contar con una fuente de energía externa. Del mismo modo que un automóvil requiere un empujón cuando su batería está descargada, la mayoría de los tipos de generadores necesitan un suministro de energía externo para volver a funcionar. Las plantas hidroeléctricas son los únicos generadores en gran escala que pueden suministrar energía a la red en forma inmediata cuando todas las otras fuentes son inaccesibles.